Dominica se llama así debido a que el explorador Cristóbal Colón la descubrió un domingo. Esta isla caribeña fue poblada originalmente por los arawak hasta que los caribe los desplazaron de la región. Los feroces caribe se hicieron fuertes en la isla hasta el punto de lograr repeler a los colonos españoles y británicos por siglos.
No fue hasta el siglo XVII que los franceses colonizaron la isla. Aunque un siglo después pasó a manos de los británicos, la influencia cultural francesa perdura hasta la fecha. De hecho, además del inglés se habla también un criollo francés y el catolicismo es la religión predominante entre la población, la cual es de raza negra.
Los esclavos africanos heredaron el carácter indómito de los caribe y en 1838 Dominica fue la primera colonia británica en el Caribe en tener una legislatura dominada por negros. En 1978 se independizó del Reino Unido bajo un régimen republicano por lo que, a diferencia de otras patrias vecinas, Isabel II no reina allí.
Esta república independiente es un país con graves problemas de pobreza y desempleo que tradicionalmente ha vivido del cultivo del banano, aunque en los últimos años ha centrado sus esfuerzos en desarrollar el turismo y la ingeniería contable, por lo que hoy es uno de los paraísos fiscales que más crece en el mundo.
Los dominiqueses tienen una gran riqueza medioambiental. La mayor parte de su nación está cubierta por selva. Cuenta también con bosques tropicales, playas, volcanes… Además, el menudo país puede presumir de tener el desierto más puro del Caribe y las segundas aguas termales más grandes del mundo, las del lago Boiling.
Esta patria también destaca en su biodiversidad. Cuenta con una población muy importante de cetáceos, especialmente de cachalotes, que atraen la atención de biólogos marinos. Y el loro imperial es un ave endémica hasta el punto de ser considerada todo un símbolo nacional y aparecer como emblema en la bandera patria.